La leyenda

Cuentan los  santacolomenses que hace 2.000 años vivía en el poblado ibérico, en una cueva alejada un loco que le faltaba el ojo derecho y la mano izquierda , y cuando subían turistas o niños de colegios al poblado, solía asustarles y aterrorizarles hasta que por miedo se metían en la cueva y se quedaban allí para siempre. Cuentan que una vez subió  un colegio de excursión y se les perdió una niña, el profesor le pregunto al loco que si había visto a alguna niña por allí, el loco dijo que no y se giró disimuladamente por la respuesta que  había dado.
  El loco, para que el profesor no levantara sospechas los secuestró y también se lo llevó a la cueva.
   Se fue a la cueva donde vivía y vio a la niña como el la dejo, atada una cuerda, y amordazada para que no chillara i nadie supiera nunca su crimen.                                                                                                                                    
  Al cabo de dos días el loco fue al rincón donde les tenia secuestrados y decidió acercarse a  ellos para desatarlos porque ya estaban muertos, y sin darse cuenta se tropezó con la cuerda que utilizo para atarlos, se cayó y se dio en el ojo con una piedra y se quedó sin ojo, y chillo y  chillo hasta que sin cuerdas vocales se quedó. Desde entonces asustaba más por su lenguaje. A la niña como ya estaba muerta lo tiro por un barranco, y al profesor lo descuartizo y lo enterró en la cueva. 
  Años después apareció por allí una familia formada por dos niños y los padres, bastante jóvenes, que fueron a hacer un picnic. El loco, que andaba por allí perdido, apareció por sorpresa delante de la familia, el padre le pregunto que si le podía ayudar en algo, el loco no contesto, pero sin embargo se unió a ellos a comer. Llevaba días sin comer nada, porque se fue de su cueva para no dejar rastro de su delito. Al loco que estaba comiendo, la familia sorprendida le pregunto: ¿Pero qué haces? El padre se levantó cogiendo un cuchillo por si el hombre era agresivo, el loco se levantó y le intento empujar al padre por el barranco, pero el padre le ataco antes de caer por el precipicio, entonces el loco perdió una mano, la izquierda. A causa de eso la madre i los niños salieron corriendo de allí  y no volvieron a pisar aquella montaña nunca más.
  Al poco tiempo un anciano que fue leñador, se jubiló,y decidió hacer la casa de sus sueños con la leña que corto durante tantos años. El anciano que ya se instaló en la casa, cada noche sentía gritos, el no savia de donde venían esos aterradores gritos. Una noche decidió irse a investigar la zona, i vio a  lo lejos una cueva con luz a causa de una hoguera, y la sombra de un hombre. Pero no se atrevió a acercarse más. Se fue a dormir y al dia siguiente de buena mañana, se fue hacia la cueva donde vio la sombra. No vio nada, solo la ceniza del fuego. Esa misma noche, volvió a escuchar los gritos de aquel hombre que vio en la cueva. Fue a investigar, y esta vez se atrevió a entrar dentro, era el loco chillando de dolor, porque cada noche le dolía el ojo y no podía dormir.El anciano savia como eran las personas con solo verlas y, desde el primer momento en que le vio supo que no era mal hombre, solo que había tenido problemas de pequeño y le afectaron mentalmente. El anciano quiso hablar con él, le pregunto que como está viviendo tantos tiempos y que está muy viejo. Y le dijo que, cuando era pequeño su madre era una bruja que vivía en la Serra de Marina, y que hacia hechizos para vivir más siglos. Y una vez  se cayó (el loco) a la olla grande, donde su madre hacía los hechizos y se convirtió en un bebé.  Por eso he vivido más años que nadie en la Serra de Marina. 
  El loco dijo: soy medio brujo y puedo saber que va a pasar en el futuro. Sé que de aquí a una semana me moriré por ahogamiento en el rio de al lado de la cueva. El anciano se fue asustado por la vida que había tenido el loco. 
   El loco quiso hacer una escultura de él, picando piedra y la puso en la cueva donde él vivía. Para que así el espíritu de su madre le recordara para siempre. El día que el presuntamente se moría, se dirigió al rio a pescar, se resbaló y se cayó. El bajó y bajó rio abajo, y se ahogó. Hoy en día nadie se atreve a subir, la gente está asustada por la vida del loco y porque piensan que allí permanecerá su espíritu para siempre.